Efectos en Chile
Los efectos del calentamiento global no se han sentido con gran fuerza en el país debido a la influencia sobre el clima de los océanos que nos rodean. Además, la corriente de Humboldt también ayuda a mantener las temperaturas más bajas. Sin embargo, esto no nos exime de las consecuencias del cambio climático.
En los últimos 100 años la temperatura del planeta aumentó 0,7ºC, según reportes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC). Once, de los últimos 12 años, han sido los más cálidos desde que comenzaron los registros históricos en 1850, y a nivel global, la actual temperatura es la más alta de los últimos mil años.
En nuestro territorio, diversos estudios acusan ya algunos cambios:
- Las lluvias disminuyen: El Núcleo Científico Milenio FORECOS, de la Universidad Austral de Chile, documentó una sostenida disminución en las precipitaciones, en los últimos 71 años, tras analizar los registros de estaciones meteorológicas ubicadas entre Concepción y Puerto Aysén. En este período, en Valdivia las precipitaciones han disminuido en 540 milímetros. En la misma línea, datos de la Dirección Meteorológica de Chile, muestran cómo en los últimos 100 años las precipitaciones tienden a disminuir en la zona central del país. Forecos también observó una clara tendencia a la baja en los registros de caudales de ríos de la X Región.
- Los glaciares retroceden: El 90% de los glaciares cordilleranos están disminuyendo. En tanto que en Campos de Hielo Sur se registran retrocesos de hasta 30 metros por año. Esto según estudios del Centro de Estudios Científicos (CECS) de Valdivia.
- Aumenta el nivel del mar: Según el glaciólogo Gino Casassa, del CECS, el mar está aumentando su nivel a razón de 0,3 cm por año.
- Hay cambios en la vegetación: Estudios realizados en base a los anillos de crecimiento de árboles, por el Núcleo Científico Milenio FORECOS sugieren que la distribución de la vegetación de la zona sur austral está sufriendo cambios importantes. “Se espera que los límites de distribución de algunas especies se desplacen hacia el sur, lo que podría afectar de manera importante la biodiversidad, distribución y abundancia de especies en los bosques nativos”, explican.
Esta es nuestra realidad, pero ¿qué predicen los informes del IPCC sobre los efectos que tendrá el calentamiento global en esta angosta y larga faja de tierra?
Para los próximos 100 años, se estiman:
Impactos en la pesca:
- Un alza de la temperatura de las aguas, que afectaría la explotación de especies como el jurel, en la VIII Región, o la anchoveta, en la I y II Región; recurso fundamental para la industria de la harina de pescado.
- La fauna marina chilena podría verse severamente alterada: actuales especies huirían por el alza de las temperaturas y llegarían otras desconocidas.
- Un cambio en la salinidad del agua provocaría también el cambio climático, según el meteorólogo Jorge Carrasco. Esto modificaría la fauna existente en algunos fiordos o bahías productivas, debido a una variación del PH del agua que haría migrar a no pocas especies buscando condiciones más apropiadas para su subsistencia.
- Aumentaría el nivel del mar (hasta 50 centímetros -en promedio- a lo largo del país), obligando a caletas y complejos portuarios a cambiar su posición.
- La industria salmonera también se vería afectada, pues este recurso necesita aguas de temperaturas muy bajas para reproducirse.
Impactos en la agricultura:
- El aumento de las temperaturas del centro del país y una baja en las precipitaciones, harán que parte de las actividades frutícolas tengan que desplazarse hacia el sur.
- Las zonas más afectadas, por la baja de precipitaciones, serán las regiones V, VI y parte de la VII, y se prevé un incremento en la aridez del suelo.
- La actividad forestal deberá adaptarse a este nuevo escenario climático.
Estudios criollos
La Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) encargó en 2005 un estudio al Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile para proyectar cómo sería el clima en Chile a fines del siglo 21.
Para ello se utilizó un modelo meteorológico creado por la Oficina Meteorológica del Reino Unido, y se trabajó sobre dos probables escenarios: uno moderado y otro severo. Los principales resultados de este estudio sobre "Variabilidad climática en el territorio chileno en el siglo XXI", dicen relación con la temperatura y las precipitaciones:
- En todo el país se apreciaría aumento de temperatura en ambos escenarios.
- La mayor variación de temperatura sería en el norte grande y norte chico, y mayormente en la zona andina.
- En el norte del país, en el sector altiplánico, se produciría un aumento de precipitaciones durante primavera y verano.
- En el norte chico se estima un aumento pluviométrico durante el invierno.
- En la zona central los resultados indicarían disminución de precipitaciones particularmente en latitudes medias (V a VIII regiones), y en las estaciones de verano y otoño.
- En el sur (VIII a X regiones) habría una disminución de precipitaciones de hasta un 50% en verano, manteniéndose prácticamente inalterada la situación en invierno.
- La región austral presentaría una disminución de la precipitación de un 25% aproximadamente, en verano, normalizándose hacia el invierno. En el extremo austral se apreciaría un leve aumento de las precipitaciones (de hasta un 20%), que se mantendría durante todo el año.
A estos resultados, se sumarán los datos aportados por distintos centros de investigación que actualmente estudian los efectos del cambio climático sobre el territorio, como el Departamento de Geofísica de Universidad de Concepción; el Instituto de Ecología y Biodiversidad (Iniciativa Científica Milenio); el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza) de la Universidad de La Serena; el Departamento de Química de la Universidad Federico Santa María; el Centro de Estudios Científicos (CECS) y el Núcleo Científico Milenio FORECOS.
Haciendo frente al cambio
Ya en 1994 Chile ratificó la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, y en 2002, el Protocolo de Kyoto.
Existe un Comité Nacional Asesor en esta materia y en 2006 se elaboró una estrategia nacional, que tiene como ejes principales el cómo adaptarse a los impactos del cambio climático, cómo mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y crear y fomentar capacidades en este tema.
Actualmente se trabaja en un plan de acción, que debiera estar listo a fines de año, que oriente respecto a qué medidas tomar.
A juicio de la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, el Estado deberá diseñar y aplicar políticas públicas orientadas a mitigar los impactos y adaptarse a las realidades que vayan emergiendo, así como a involucrar al sector privado en cuanto a la innovación y gestión tecnológica del proceso productivo nacional.
Sostiene que este plan de acción deberá hacerse cargo de las realidades regionales y sectoriales con estrategias diferenciadas para su efectividad, y que la ciudadanía también tiene un rol fundamental en esto.
Algunas de las medidas que las autoridades han señalado para contrarrestar este fenómeno, son:
- Aumentar la capacidad de riego
- Implementar una política de construcción de embalses y aguas
- Desarrollar los biocombustibles
- Promover el uso de energía renovables
- Promover el uso sustentable del bosque nativo
- Diseñar una estrategia de desarrollo de cuencas
- Seguir promoviendo los proyectos de mecanismo de desarrollo limpio (MDL).
Por otro lado, ambas cámaras del Parlamento están al tanto de los últimos estudios. De hecho, la Cámara de Diputados acordó solicitar a la Presidenta de la República impulsar una campaña nacional orientada al uso eficiente de la energía, tanto en las actividades productivas, como en las conductas cotidianas y domésticas de la población.
Finalmente, si Chile quiere ingresar a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), deberá seguir haciendo frente a esta problemática ambiental que trae importantes efectos sociales y económicos.
Cómo todos pueden contribuir
Un simple acto, como cambiar una ampolleta, puede ayudar a enfrentar el fenómeno del cambio climático. Y es que cualquier medida que apunte a la eficiencia y ahorro energético sirve. Mientras menos energía demandemos, habrá menos quema de combustibles fósiles y menos gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Así, la lista de medidas que los ciudadanos pueden implementar para contribuir es larga:
- Por cada kilowatt/hora de electricidad que se ahorra, se evita la emisión de aproximadamente 800 gramos de CO2 a la atmósfera.
- Si pinta cielos y paredes de colores claros, puede ahorrar un 5% en energía.
- Aproveche la luz natural. Use colores claros para decorar su casa, ya que absorben menos luz.
- Una ampolleta eficiente de 20 watts, ilumina lo mismo que una ampolleta común de 100 watts, pero consume cinco veces menos; por lo tanto, iluminar con una ampolleta corriente cuesta cinco veces más caro.
- Para producir 500 Kg. de papel es necesario el talaje de un árbol adulto. El consumo en Chile es de alrededor de 830 mil toneladas, lo que equivale al talaje de 1.660.000 árboles adultos.
- Compre la menor cantidad posible de productos empaquetados (generan el 30% de la basura doméstica).
- Apague los aparatos eléctricos cuando no los esté usando.
- Evite filtraciones por puertas y ventanas.
- Cocine con la llama justa. Si la llama sobrepasa el fondo de la olla, se pierde energía.
- Si calienta mucha agua, guarde en un termo la que no utiliza.
- Evite usar el auto en tramos cortos.
Podrá encontrar aún más recomendaciones en la Guía para el uso eficiente de la energía, elaborada por el Programa País de Eficiencia Energética y Programa Chile Sustentable.
Y otras 51 medidas en esta Guía de supervivencia del calentamiento global, de la revista Time, donde le señalan hasta cómo encargar una auditoría ambiental de su hogar… todo sea por contribuir a la salud del planeta.